La teoría de la materia oscura: Cambiando nuestra comprensión del universo
¡Bienvenidos a Lexico Cientifico! En nuestra plataforma educativa encontrarás un mundo fascinante de conocimiento científico. Desde la física hasta la biología y más allá, exploraremos juntos una amplia gama de términos y conceptos que te permitirán entender mejor el universo que nos rodea. En esta ocasión, te invitamos a sumergirte en el apasionante tema del descubrimiento de la materia oscura. Acompáñanos en un viaje que cambiará por completo nuestra comprensión del universo. A través de la historia de la investigación, las teorías y modelos propuestos, las observaciones y evidencias recopiladas, los experimentos y detecciones realizados, las implicaciones y consecuencias descubiertas, así como las futuras investigaciones y desafíos por enfrentar, descubriremos juntos los misterios de la materia oscura. ¡Sigue leyendo y prepárate para un fascinante recorrido por los límites de nuestro conocimiento científico!
Introducción
La materia oscura es uno de los conceptos más intrigantes y misteriosos en el campo de la cosmología y la física. A diferencia de la materia normal, que está compuesta principalmente por átomos y moléculas, la materia oscura no interactúa con la luz ni con otras formas de radiación electromagnética, lo que hace que sea invisible y extremadamente difícil de detectar. Sin embargo, a pesar de su elusividad, los científicos han acumulado evidencia convincente de la existencia de la materia oscura y han propuesto varias teorías para explicar su naturaleza y comportamiento.
¿Qué es la materia oscura?
La materia oscura se refiere a una forma de materia que no emite, absorbe ni refleja la luz, lo que la hace invisible para los telescopios y otros instrumentos de observación astronómica. A pesar de su falta de interacción electromagnética, los científicos han inferido la existencia de la materia oscura a través de su influencia gravitacional en la materia visible. Por ejemplo, las galaxias giran más rápido de lo que se esperaría según la cantidad de materia visible presente en ellas. Esta discrepancia en la velocidad de rotación solo puede explicarse si hay una cantidad significativa de materia adicional, es decir, materia oscura, que está ejerciendo una fuerza gravitacional adicional.
Se estima que la materia oscura constituye aproximadamente el 27% de la masa total del universo, mientras que la materia visible solo representa alrededor del 5%. Esto significa que la materia oscura tiene una presencia dominante en el cosmos y desempeña un papel crucial en la formación y evolución de las estructuras a gran escala, como galaxias y cúmulos de galaxias.
Teorías sobre la naturaleza de la materia oscura
A pesar de la falta de detección directa, los científicos han propuesto varias teorías para explicar la naturaleza de la materia oscura. Una de las teorías más aceptadas es que la materia oscura consiste en partículas subatómicas aún no descubiertas, conocidas como WIMPs (Weakly Interacting Massive Particles). Estas partículas interactuarían débilmente con la materia visible a través de la fuerza nuclear débil y la gravedad, lo que explicaría por qué son tan difíciles de detectar.
Otra teoría interesante es la llamada materia oscura caliente, que postula que las partículas de materia oscura tienen velocidades extremadamente altas y se mueven a velocidades cercanas a la de la luz. Esta teoría podría explicar ciertas observaciones cosmológicas, como la distribución de la materia en el universo a gran escala.
Además, algunos científicos han propuesto la existencia de partículas exóticas, como axiones o partículas supersimétricas, como componentes de la materia oscura. Estas teorías se basan en modelos teóricos avanzados y aún están siendo investigadas y probadas mediante experimentos en laboratorios de física de partículas y observaciones astronómicas.
Historia de la investigación
Los primeros indicios de la materia oscura
Desde los primeros días de la astronomía, los científicos han sabido que hay algo más en el universo de lo que podemos ver. A medida que las observaciones se volvieron más precisas, se encontraron discrepancias entre la cantidad de materia visible y la gravedad que se podía medir. Esto llevó a la idea de que debe haber una forma de materia "invisible" que no interactúa con la luz, pero que tiene una influencia gravitacional significativa. Así nació la teoría de la materia oscura.
Los primeros indicios de la existencia de la materia oscura surgieron en la década de 1930, cuando el astrónomo suizo Fritz Zwicky estudió la velocidad de rotación de las galaxias en los cúmulos galácticos. Descubrió que las galaxias se movían a velocidades mucho más altas de lo que se esperaba, lo que sugiere la presencia de una masa adicional que no se podía ver. Zwicky acuñó el término "materia oscura" para describir esta misteriosa sustancia invisible.
Otro avance importante en la comprensión de la materia oscura se produjo en la década de 1970, cuando los astrónomos Vera Rubin y Kent Ford estudiaron la rotación de las estrellas en las galaxias espirales. Descubrieron que las estrellas en las regiones exteriores de las galaxias se movían a velocidades similares a las estrellas en las regiones interiores, lo que contradecía las leyes de la física conocida. Esta observación respaldó aún más la existencia de la materia oscura y proporcionó evidencia adicional de que había más masa en el universo de la que podíamos ver.
Avances en la comprensión de la materia oscura
A medida que avanzaba la investigación, los científicos comenzaron a desarrollar teorías para explicar la naturaleza de la materia oscura. Una de las teorías más prometedoras es la llamada "partícula WIMP" (Weakly Interacting Massive Particle, en inglés), que postula que la materia oscura está compuesta por partículas subatómicas que interactúan débilmente con la materia visible.
Los científicos han realizado numerosos experimentos para detectar partículas de materia oscura. Uno de los experimentos más conocidos es el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), que ha estado buscando señales de partículas de materia oscura en colisiones de partículas de alta energía. Hasta ahora, sin embargo, no se ha encontrado evidencia concluyente de la existencia de partículas de materia oscura.
A pesar de los desafíos, la investigación sobre la materia oscura continúa avanzando. Los científicos están utilizando observaciones de galaxias, datos de satélites y experimentos en laboratorios para obtener una comprensión más profunda de esta misteriosa sustancia. Se espera que en los próximos años se realicen nuevos descubrimientos que nos acerquen a comprender la verdadera naturaleza de la materia oscura y su papel en la formación y evolución del universo.
Teorías y modelos
Teoría de la materia oscura fría
La teoría de la materia oscura fría es una de las explicaciones más aceptadas para explicar la presencia de materia oscura en el universo. Según esta teoría, la materia oscura está compuesta por partículas subatómicas que interactúan débilmente con la materia ordinaria y se mueven a velocidades bajas. Estas partículas frías se agrupan gravitacionalmente formando estructuras como galaxias y cúmulos de galaxias.
Esta teoría ha sido respaldada por diversas observaciones, como las curvas de rotación de las galaxias, que indican la presencia de más masa de la que se puede observar. Además, los estudios de la radiación cósmica de fondo han proporcionado evidencia indirecta de la existencia de materia oscura fría.
Un ejemplo de una partícula propuesta como constituyente de la materia oscura fría es el llamado WIMP (partícula masiva débilmente interactiva). Los científicos están llevando a cabo experimentos en laboratorios subterráneos para detectar la presencia de estas partículas y confirmar la teoría de la materia oscura fría.
Teoría de la materia oscura caliente
A diferencia de la teoría de la materia oscura fría, la teoría de la materia oscura caliente postula que las partículas de materia oscura se mueven a velocidades altas, es decir, son relativistas. Estas partículas se formaron poco después del Big Bang y su movimiento rápido impidió que se agruparan en estructuras a gran escala.
La teoría de la materia oscura caliente ha sido propuesta como una explicación para las fluctuaciones observadas en la radiación cósmica de fondo. Sin embargo, esta teoría no puede dar cuenta de algunas observaciones, como la formación de galaxias y cúmulos de galaxias.
Es importante destacar que la teoría de la materia oscura caliente no descarta la existencia de la materia oscura fría, sino que propone una combinación de ambas para explicar las observaciones cosmológicas.
Otras teorías y modelos alternativos
Además de las teorías de la materia oscura fría y caliente, existen otras propuestas que intentan explicar los fenómenos observados en el universo sin recurrir a la existencia de una forma de materia oscura.
Una de estas teorías es la modificación de la gravedad, que postula que las leyes de la física gravitacional deben ser modificadas en escalas cósmicas. Esta teoría busca explicar las curvas de rotación de las galaxias sin necesidad de materia oscura, proponiendo modificaciones en la ley de gravitación de Newton o en la teoría de la relatividad general de Einstein.
Otro modelo alternativo es la teoría de los neutrinos estériles, que propone la existencia de partículas de neutrinos que interactúan débilmente con la materia ordinaria y pueden explicar algunas de las observaciones cosmológicas.
Aunque estas teorías y modelos alternativos ofrecen diferentes enfoques para explicar los fenómenos observados, todavía no se ha llegado a un consenso científico sobre cuál es la explicación más acertada. La investigación en el campo de la materia oscura y la comprensión del universo continúan evolucionando, y es posible que en el futuro se encuentren nuevas evidencias que respalden o refuten las diferentes teorías y modelos propuestos.
Observaciones y evidencias
Efectos gravitacionales
Uno de los principales indicios de la existencia de la materia oscura proviene de los efectos gravitacionales que se observan en las galaxias y los cúmulos de galaxias. Según las leyes de la física actualmente conocidas, la velocidad de las estrellas en una galaxia debería disminuir a medida que nos alejamos del centro, ya que la fuerza gravitatoria ejercida por la masa visible se debilita. Sin embargo, las observaciones muestran que las estrellas en las regiones exteriores de las galaxias se mueven a velocidades inesperadamente altas, lo que indica la presencia de una masa adicional no detectable. Esta masa adicional, que no emite ni refleja luz, es lo que se conoce como materia oscura.
Estudios detallados de la distribución de la materia en el universo, a través de técnicas como la cartografía de galaxias y la medición de la radiación de fondo de microondas, también respaldan la existencia de la materia oscura. Estas observaciones revelan que la distribución de la materia visible es insuficiente para explicar las características observadas a gran escala, como la formación de estructuras cósmicas y la velocidad de expansión del universo. La materia oscura, al ejercer una atracción gravitatoria adicional, puede dar cuenta de estas observaciones y proporcionar una explicación más completa del universo.
Además, los efectos gravitacionales de la materia oscura también se pueden observar a través de la lente gravitacional. Cuando la luz de una fuente distante pasa cerca de una masa masiva, como un cúmulo de galaxias, la gravedad de la materia oscura actúa como una lente, distorsionando y amplificando la imagen de la fuente. Estas distorsiones y amplificaciones características son consistentes con la presencia de una cantidad significativa de materia oscura en el cúmulo, lo que proporciona evidencia adicional de su existencia.
Curvas de rotación galáctica
Otra evidencia que respalda la existencia de la materia oscura son las curvas de rotación galáctica. Según las leyes de la física, se espera que la velocidad orbital de las estrellas en una galaxia disminuya a medida que nos alejamos del centro, debido a la disminución de la fuerza gravitatoria. Sin embargo, las observaciones muestran que las estrellas en las regiones exteriores de las galaxias mantienen velocidades de rotación relativamente altas, desafiando las predicciones basadas únicamente en la masa visible.
Estas curvas de rotación galáctica se pueden explicar si se considera la presencia de una cantidad significativa de materia oscura en la galaxia. La materia oscura, al ejercer una atracción gravitatoria adicional, contrarresta la disminución de la velocidad orbital y mantiene las estrellas en movimiento a velocidades más altas de lo esperado. Este fenómeno se ha observado en numerosas galaxias, lo que respalda aún más la existencia de la materia oscura como una componente importante en la estructura y dinámica de las galaxias.
Estudios detallados de las curvas de rotación galáctica también han permitido estimar la cantidad de materia oscura presente en diferentes galaxias. Se ha encontrado que la masa de la materia oscura supera varias veces la masa de la materia visible en las galaxias, lo que confirma su importancia en la formación y evolución de las estructuras galácticas.
Lentes gravitacionales
Las lentes gravitacionales son otro fenómeno que respalda la existencia de la materia oscura. Cuando la luz de una fuente distante pasa cerca de una masa masiva, como una galaxia o un cúmulo de galaxias, la gravedad de la materia oscura actúa como una lente, desviando la luz y creando múltiples imágenes o arcos luminosos. Estas lentes gravitacionales se han observado en numerosos sistemas cósmicos, proporcionando una evidencia convincente de la presencia de una cantidad significativa de materia oscura en el universo.
El estudio de las lentes gravitacionales ha permitido a los científicos mapear la distribución de la materia oscura en diferentes escalas, desde galaxias individuales hasta cúmulos de galaxias. Estas observaciones revelan una distribución extendida de materia oscura alrededor de las galaxias y en los cúmulos, lo que respalda la hipótesis de que la materia oscura es una componente importante en la estructura a gran escala del universo.
Además, las lentes gravitacionales también han permitido estimar la cantidad de materia oscura en diferentes sistemas cósmicos. Los estudios han encontrado que la masa de la materia oscura supera ampliamente la masa de la materia visible en estos sistemas, lo que refuerza la necesidad de incluir la materia oscura en nuestros modelos y teorías sobre el universo.
Anisotropías en el fondo cósmico de microondas
El fondo cósmico de microondas (CMB por sus siglas en inglés) es una radiación que llena todo el universo y que se originó aproximadamente 380,000 años después del Big Bang. Esta radiación es considerada como una de las pruebas más sólidas de la teoría del Big Bang y nos proporciona información valiosa sobre la estructura y evolución del universo.
Las anisotropías en el CMB se refieren a las pequeñas variaciones en la temperatura de esta radiación en diferentes regiones del cielo. Estas variaciones son extremadamente sutiles, del orden de unos pocos microkelvin, pero son fundamentales para comprender la formación de las galaxias y la distribución de la materia en el universo.
El estudio de las anisotropías en el CMB ha sido posible gracias a los avances en la tecnología de detección y observación del espacio. Los satélites como el Planck de la Agencia Espacial Europea han recopilado datos detallados sobre el CMB, permitiéndonos mapear las fluctuaciones de temperatura con gran precisión.
Experimentos y detección
Experimento del Gran Colisionador de Hadrones (LHC)
Uno de los experimentos más destacados en la búsqueda de la materia oscura es el realizado en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) ubicado en el CERN. Este experimento consiste en acelerar partículas subatómicas a altas velocidades y hacerlas colisionar entre sí, para estudiar las partículas resultantes y buscar indicios de la presencia de materia oscura.
El LHC ha permitido a los científicos obtener datos sobre las colisiones de partículas y analizar los resultados en busca de partículas que podrían ser candidatas a ser materia oscura. A través de técnicas de detección sofisticadas, se busca identificar señales inusuales que podrían indicar la presencia de partículas de materia oscura.
Hasta el momento, el LHC no ha logrado detectar directamente la materia oscura, pero los experimentos realizados han permitido descartar algunas teorías y han proporcionado límites superiores para las propiedades de la materia oscura. Esto ha contribuido a restringir el espacio de búsqueda y a guiar futuros experimentos en la búsqueda de estas partículas misteriosas.
Experimento del Observatorio de Rayos Gamma HESS
Otro experimento importante en la detección de la materia oscura es el llevado a cabo por el Observatorio de Rayos Gamma HESS. Este observatorio está diseñado para detectar rayos gamma de alta energía que podrían ser producidos por la aniquilación o desintegración de partículas de materia oscura.
El HESS utiliza una matriz de telescopios de alta sensibilidad para detectar los rayos gamma y analizar su energía y dirección de llegada. Los científicos buscan patrones característicos en los datos que puedan indicar la presencia de partículas de materia oscura.
Hasta ahora, el HESS ha proporcionado datos interesantes pero aún no ha logrado detectar de manera concluyente la materia oscura. Sin embargo, los resultados obtenidos han permitido establecer límites superiores para las propiedades de la materia oscura y han proporcionado pistas importantes sobre su naturaleza y distribución en el universo.
Experimento de Detección Directa
Además de los experimentos en aceleradores de partículas y observatorios astronómicos, existen también experimentos de detección directa que buscan capturar partículas de materia oscura que atraviesan la Tierra. Estos experimentos se basan en la interacción de las partículas de materia oscura con la materia ordinaria.
Uno de los experimentos más conocidos es el Experimento de Detección de Materia Oscura Subterránea (LUX), que utiliza un detector de xenón líquido para buscar interacciones entre las partículas de materia oscura y los átomos de xenón. Cuando una partícula de materia oscura colisiona con un átomo de xenón en el detector, se produce una señal que puede ser detectada y analizada.
Aunque hasta el momento no se ha detectado de manera concluyente la materia oscura en estos experimentos de detección directa, se han establecido límites superiores para las propiedades de la materia oscura y se han obtenido importantes datos sobre su posible interacción con la materia ordinaria.
Implicaciones y consecuencias
El papel de la materia oscura en la formación de galaxias
La materia oscura ha sido objeto de estudio e investigación durante décadas, y una de las áreas en las que ha tenido un impacto significativo es en la formación de galaxias. Según las teorías actuales, la materia oscura es la responsable de proporcionar la fuerza gravitacional necesaria para que la materia visible se agrupe y forme estructuras a gran escala, como las galaxias.
Esta idea se basa en observaciones que indican que la cantidad de materia visible en el universo no es suficiente para explicar la formación y la distribución de las galaxias que vemos. Se estima que alrededor del 85% de la masa total del universo está compuesta por materia oscura, lo que la convierte en un componente esencial para comprender la evolución del cosmos.
El estudio de la interacción entre la materia oscura y la materia visible ha llevado a avances significativos en nuestra comprensión de la formación de galaxias. Los modelos teóricos y las simulaciones por ordenador han demostrado cómo la materia oscura se agrupa en estructuras llamadas halos, que actúan como "andamios" para la formación de galaxias. Estos hallazgos han permitido explicar la distribución y las propiedades observadas de las galaxias en el universo.
La influencia de la materia oscura en la expansión del universo
Otra de las implicaciones importantes de la materia oscura es su influencia en la expansión del universo. Según las teorías actuales, la materia oscura ejerce una fuerza gravitacional que actúa como un freno en la expansión del universo, contrarrestando la fuerza repulsiva de la energía oscura. Esto ha llevado a la idea de que la materia oscura desempeña un papel crucial en la estabilidad y en la eventual evolución del cosmos.
Los estudios basados en la observación de la distribución de la materia oscura han permitido estimar su densidad en el universo. Se cree que la densidad de materia oscura es aproximadamente seis veces mayor que la densidad de materia visible, lo que indica su importancia en la dinámica y la evolución del universo a gran escala.
La comprensión de la influencia de la materia oscura en la expansión del universo es fundamental para entender el destino último del cosmos. Los modelos cosmológicos actuales sugieren que, si bien la expansión del universo continúa, la influencia de la materia oscura y la energía oscura determinará si se produce una expansión infinita o si el universo eventualmente colapsará sobre sí mismo.
Posibles aplicaciones tecnológicas de la materia oscura
Aunque la materia oscura aún es un misterio en muchos aspectos, su estudio ha despertado el interés de científicos y tecnólogos en busca de posibles aplicaciones prácticas. Si bien todavía estamos lejos de comprender completamente la naturaleza y las propiedades de la materia oscura, se han propuesto algunas ideas especulativas sobre cómo podría utilizarse en el futuro.
Una de las posibles aplicaciones tecnológicas de la materia oscura es en el campo de la energía. Dado que la materia oscura es una fuente de energía invisible pero potencialmente abundante, algunos investigadores han sugerido que podríamos encontrar formas de aprovechar esta energía en el futuro. Sin embargo, hasta ahora, estas ideas están en la etapa de pura especulación y no se ha encontrado una forma práctica de utilizar la materia oscura como fuente de energía.
Otra posible aplicación de la materia oscura es en el campo de la física de partículas. La materia oscura podría ayudarnos a comprender mejor las partículas elementales y las interacciones fundamentales del universo. Investigadores de todo el mundo están llevando a cabo experimentos en busca de evidencia directa de la existencia de partículas de materia oscura, lo que podría abrir nuevas puertas en nuestra comprensión de la física fundamental.
Futuras investigaciones y desafíos
Experimentos y observaciones futuras
El descubrimiento de la materia oscura ha planteado muchas preguntas fascinantes sobre la naturaleza del universo. A medida que los científicos continúan investigando este fenómeno misterioso, se están llevando a cabo experimentos y observaciones futuras para obtener más información sobre la materia oscura y su impacto en el cosmos.
Uno de los experimentos más emocionantes es el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) en el CERN. Este acelerador de partículas de alta energía ha sido utilizado para buscar partículas de materia oscura en colisiones de protones. Aunque hasta ahora no se ha encontrado evidencia directa de la materia oscura, los científicos siguen buscando señales que indiquen su presencia.
Además del LHC, otros experimentos y observatorios también están enfocados en el estudio de la materia oscura. Por ejemplo, el Observatorio de Rayos Gamma de Alta Energía (HESS) en Namibia está diseñado para detectar rayos gamma producidos por interacciones de partículas de materia oscura. Estos y otros proyectos de investigación ofrecen la esperanza de que en un futuro cercano podamos obtener más información sobre la naturaleza de la materia oscura y su impacto en el universo.
Superando los desafíos en la detección de la materia oscura
A pesar de los avances en la investigación de la materia oscura, todavía existen muchos desafíos que los científicos deben superar para detectar y comprender completamente esta forma de materia invisible. Uno de los mayores desafíos es que la materia oscura no interactúa directamente con la luz o las partículas conocidas, lo que dificulta su detección.
Para superar este desafío, los científicos están utilizando diferentes enfoques y tecnologías. Por ejemplo, se están construyendo detectores subterráneos para evitar las interferencias de las partículas cósmicas. Estos detectores buscan señales de partículas de materia oscura que puedan pasar a través de la Tierra sin ser detectadas por otros instrumentos.
Otro enfoque es utilizar observatorios espaciales que sean capaces de detectar radiación cósmica de alta energía, como rayos gamma y rayos X. Estas observaciones pueden proporcionar pistas sobre la existencia y distribución de la materia oscura en el universo.
Aunque los desafíos en la detección de la materia oscura son significativos, los científicos están comprometidos en continuar esta búsqueda y están seguros de que eventualmente lograrán desentrañar los misterios de esta forma invisible de materia que constituye la mayor parte de nuestro universo.
Preguntas frecuentes
1. ¿Qué es la materia oscura?
La materia oscura es una forma de materia que no interactúa con la luz ni con ninguna otra forma de radiación electromagnética.
2. ¿Cómo se descubrió la materia oscura?
La materia oscura se descubrió mediante observaciones astronómicas de la rotación de las galaxias y la distribución de la materia en el universo.
3. ¿Cuál es la importancia del descubrimiento de la materia oscura?
El descubrimiento de la materia oscura es importante porque constituye la mayor parte de la materia en el universo y tiene un papel crucial en la formación y evolución de las galaxias.
4. ¿Qué evidencia tenemos de la existencia de la materia oscura?
La evidencia de la existencia de la materia oscura incluye observaciones de la curva de rotación de las galaxias, la lente gravitacional y la distribución de la materia en el universo.
5. ¿Cuáles son las teorías sobre la naturaleza de la materia oscura?
Existen varias teorías sobre la naturaleza de la materia oscura, incluyendo partículas no detectadas, como los WIMPs (partículas masivas de interacción débil), y teorías modificadas de la gravedad.
Conclusion
El descubrimiento de la materia oscura ha revolucionado nuestra comprensión del universo y ha desafiado las teorías existentes. A lo largo de la historia de la investigación, hemos visto cómo los científicos han trabajado arduamente para desarrollar teorías y modelos que expliquen la presencia de esta misteriosa forma de materia. Las observaciones y evidencias recopiladas respaldan la existencia de la materia oscura y los experimentos de detección nos acercan cada vez más a su comprensión.
Ahora, es el momento de actuar. A medida que avanzamos hacia el futuro, es crucial continuar investigando y enfrentar los desafíos que se presentan en el estudio de la materia oscura. Comprender su naturaleza y propiedades nos permitirá obtener una visión más completa del universo y responder preguntas fundamentales sobre su origen y evolución. Al apoyar la investigación en este campo, podemos abrir nuevas puertas hacia el conocimiento y desbloquear avances científicos que podrían tener un impacto significativo en nuestra sociedad y tecnología.
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