La fascinante ciencia detrás de las nubes: Tipos, formación y significado
¡Bienvenidos a Lexico Cientifico! En nuestra plataforma educativa podrás sumergirte en el fascinante mundo de la ciencia y explorar una amplia gama de términos y conceptos científicos en diversas disciplinas. Desde la física hasta la biología y más allá, te invitamos a descubrir todo lo que necesitas saber sobre el significado y la formación de las nubes en nuestro último artículo: "La fascinante ciencia detrás de las nubes: Tipos, formación y significado". Acompáñanos en un recorrido por la introducción a las nubes, los diferentes tipos que existen, su formación, su significado, el ciclo que siguen y algunas curiosidades sorprendentes. ¡Sigue leyendo y adéntrate en el maravilloso mundo de las nubes!
Introducción a las nubes
Las nubes son uno de los fenómenos naturales más fascinantes y hermosos que podemos observar en el cielo. Estas formaciones de vapor de agua y partículas en suspensión son una parte esencial de nuestro entorno y desempeñan un papel crucial en el clima y la meteorología.
Las nubes se forman cuando el aire caliente y húmedo se eleva y se enfría, lo que provoca la condensación del vapor de agua en pequeñas gotas o cristales de hielo. Estas gotas o cristales se agrupan y forman las nubes que vemos en el cielo. Dependiendo de la altura, la temperatura y la cantidad de humedad en el aire, las nubes pueden adoptar diferentes formas, colores y texturas.
Existen diferentes tipos de nubes, clasificadas según su forma y altura. Algunos de los tipos más comunes son las nubes cirros, que son delgadas y fibrosas y se encuentran a gran altura, las nubes estratos, que son capas bajas y uniformes que cubren todo el cielo, y las nubes cumulonimbus, que son grandes y densas y pueden provocar tormentas.
Importancia de las nubes en la meteorología
Las nubes desempeñan un papel crucial en la meteorología, ya que son indicadores del estado atmosférico y pueden proporcionar información sobre el clima futuro. Los meteorólogos estudian las nubes para predecir el tiempo y comprender los patrones climáticos.
Las nubes altas, como los cirros, suelen indicar un cambio en el tiempo y pueden ser señal de la llegada de una tormenta. Las nubes bajas, como los estratos, están asociadas con condiciones más estables y pueden indicar la presencia de niebla o llovizna. Las nubes de desarrollo vertical, como los cumulonimbus, son un indicio de condiciones inestables y pueden dar lugar a lluvias intensas, tormentas eléctricas e incluso tornados.
Además de su papel en la predicción del tiempo, las nubes también influyen en el clima global. Al reflejar la radiación solar y retener el calor en la atmósfera, las nubes tienen un impacto en la temperatura de la Tierra. Un aumento en la cantidad o en la altura de las nubes puede tener consecuencias significativas en el clima, como el calentamiento o el enfriamiento global.
Tipos de nubes
Nubes altas
Las nubes altas son aquellas que se encuentran a mayor altitud en la atmósfera, generalmente por encima de los 6,000 metros. Estas nubes están compuestas principalmente por cristales de hielo y se forman en capas delgadas y extensas. Algunos ejemplos de nubes altas son las cirros, cirrostratos y cirrocúmulos.
Las cirros son nubes delgadas y fibrosas que se ven como filamentos blancos o mechones. Estas nubes suelen ser indicadores de un cambio en el clima y pueden anunciar la llegada de una tormenta. Los cirrostratos son nubes delgadas y traslúcidas que cubren todo el cielo, creando un velo grisáceo. Por último, los cirrocúmulos son nubes compuestas por pequeñas y blancas masas de nubes en forma de grumos.
Estas nubes altas pueden ser hermosas de observar, ya que a menudo crean patrones interesantes en el cielo y pueden colorearse con tonos dorados y rosados durante la salida o puesta de sol. Además, su presencia puede indicar que hay humedad en la atmósfera, lo que puede influir en el clima de una región.
Nubes medias
Las nubes medias se encuentran a una altitud intermedia en la atmósfera, generalmente entre los 2,000 y 6,000 metros. Estas nubes están compuestas por gotas de agua y también pueden contener cristales de hielo en su interior. Algunos ejemplos de nubes medias son los altocúmulos y los nimbostratos.
Los altocúmulos son nubes blancas o grises que se forman en capas onduladas o en bancos de nubes. Estas nubes pueden tener una apariencia similar a las olas del mar y suelen ser indicadores de cambios en el clima. Por otro lado, los nimbostratos son nubes de aspecto grisáceo y uniforme que cubren todo el cielo. Estas nubes suelen estar asociadas con precipitaciones constantes y duraderas.
Las nubes medias pueden tener un impacto en el clima y en las condiciones meteorológicas de una región. Por ejemplo, los altocúmulos pueden indicar que se acerca una tormenta, mientras que los nimbostratos pueden significar que se espera lluvia durante un período prolongado de tiempo.
Nubes bajas
Las nubes bajas se encuentran a una altitud baja en la atmósfera, generalmente por debajo de los 2,000 metros. Estas nubes están compuestas principalmente por gotas de agua y pueden estar asociadas con niebla o llovizna. Algunos ejemplos de nubes bajas son los estratos y los cúmulos.
Los estratos son nubes grises y uniformes que cubren todo el cielo y suelen estar asociadas con condiciones de tiempo estable. Estas nubes pueden estar a baja altura y a menudo se confunden con la niebla. Por otro lado, los cúmulos son nubes blancas y esponjosas que se forman en grupos aislados. Estas nubes suelen estar asociadas con un clima más inestable y pueden indicar la posibilidad de tormentas o precipitaciones.
Las nubes bajas pueden tener un impacto en la visibilidad y en las condiciones de vuelo, especialmente en aeropuertos y zonas costeras. Además, estas nubes pueden influir en la temperatura y en la humedad de una región, ya que pueden bloquear la radiación solar y mantener el calor cerca de la superficie.
Nubes de desarrollo vertical
Las nubes de desarrollo vertical, también conocidas como cumulonimbos, son uno de los tipos más impresionantes y llamativos de nubes. Estas nubes se caracterizan por su gran tamaño y su forma de torre, que se eleva verticalmente en el cielo. Son nubes densas y con un gran desarrollo vertical, que pueden alcanzar altitudes de varios kilómetros.
La formación de las nubes de desarrollo vertical está asociada a condiciones atmosféricas inestables, donde hay una gran diferencia de temperatura entre la superficie terrestre y la atmósfera superior. Esto crea una fuerte corriente ascendente de aire cálido y húmedo, que se eleva rápidamente y se enfría a medida que asciende. A medida que el aire se enfría, el vapor de agua se condensa en gotas de agua o cristales de hielo, formando las nubes.
Estas nubes pueden generar fenómenos meteorológicos intensos, como tormentas eléctricas, lluvias intensas, granizo e incluso tornados. La presencia de nubes de desarrollo vertical es un indicador de inestabilidad atmosférica y puede ser una señal de que se avecina mal tiempo. Por esta razón, es importante estar atentos a la formación de estas nubes y tomar las precauciones necesarias en caso de que se pronostiquen condiciones adversas.
Formación de las nubes
Condensación y vapor de agua
La formación de las nubes comienza con la presencia de vapor de agua en la atmósfera. El vapor de agua es invisible, pero está presente en el aire en forma de gas. Cuando el aire se enfría lo suficiente, el vapor de agua se condensa y se convierte en gotas de agua o cristales de hielo. Este proceso de condensación es fundamental para la formación de las nubes.
La condensación ocurre cuando el aire se enfría hasta alcanzar su punto de rocío, que es la temperatura a la cual el aire se satura y no puede retener más vapor de agua. Cuando esto sucede, el vapor de agua se condensa alrededor de pequeñas partículas en suspensión en el aire, como polvo o aerosoles. Estas partículas actúan como núcleos de condensación y ayudan a que las gotas de agua o los cristales de hielo se formen.
Una vez que se forman las gotas de agua o los cristales de hielo, se agrupan para formar nubes. La forma y el aspecto de las nubes dependen de varios factores, como la temperatura, la humedad y la presión atmosférica. Las diferentes combinaciones de estos factores dan lugar a distintos tipos de nubes, como cumulus, stratus o cirrus.
Procesos de enfriamiento
El enfriamiento del aire es un factor clave en la formación de las nubes. Hay diferentes procesos de enfriamiento que pueden ocurrir en la atmósfera y desencadenar la condensación del vapor de agua. Uno de estos procesos es el enfriamiento convectivo, que ocurre cuando el aire caliente asciende y se enfría a medida que se aleja de la superficie terrestre.
Otro proceso de enfriamiento es el enfriamiento radiativo, que ocurre durante la noche cuando la Tierra irradia calor hacia el espacio. Esto provoca que la capa de aire cercana a la superficie se enfríe, lo que puede llevar a la formación de niebla o nubes bajas.
El enfriamiento adiabático también juega un papel importante en la formación de las nubes. Este proceso ocurre cuando el aire asciende y se expande, lo que provoca una disminución de la temperatura. A medida que el aire se enfría, el vapor de agua se condensa y se forman las nubes.
Factores que afectan la formación de nubes
La formación de nubes no solo depende de los procesos de enfriamiento y la condensación del vapor de agua, sino que también está influenciada por varios factores. La humedad del aire es uno de los factores más importantes, ya que el aire debe contener la cantidad suficiente de vapor de agua para que se produzca la condensación.
La presión atmosférica también juega un papel importante en la formación de nubes. A medida que el aire asciende, se expande y se enfría, lo que facilita la condensación del vapor de agua. La temperatura también es un factor determinante, ya que el aire más frío tiene más probabilidades de alcanzar su punto de rocío y formar nubes.
La presencia de partículas en suspensión en el aire, como polvo, humo o aerosoles, también puede influir en la formación de nubes. Estas partículas actúan como núcleos de condensación y ayudan a que el vapor de agua se condense y se forme las gotas de agua o los cristales de hielo.
Significado de las nubes
Las nubes son un fenómeno natural que se forma cuando el vapor de agua en la atmósfera se enfría y se condensa en pequeñas partículas de agua o hielo. Aunque a simple vista pueden parecer simplemente masas de agua suspendidas en el cielo, las nubes tienen un significado mucho más profundo y desempeñan un papel crucial en nuestro clima y medio ambiente.
El significado de las nubes va más allá de su apariencia física. Las nubes son indicadores importantes del clima y pueden proporcionar información sobre las condiciones atmosféricas actuales y futuras. Por ejemplo, las nubes bajas y oscuras, como los nimbostratos, suelen indicar la llegada de lluvia, mientras que las nubes altas y delgadas, como los cirros, pueden ser un indicio de un cambio en el tiempo.
Además, las diferentes formas y tipos de nubes también tienen un significado simbólico en diferentes culturas y tradiciones. Por ejemplo, en algunas culturas indígenas, las nubes altas y esponjosas se asocian con la fertilidad y la abundancia, mientras que las nubes bajas y oscuras pueden ser interpretadas como un presagio de mal tiempo o eventos negativos.
Formación de las nubes
La formación de las nubes es un proceso complejo que involucra varios factores, incluyendo la humedad, la temperatura y la presión atmosférica. En general, las nubes se forman cuando el aire caliente y húmedo se eleva y se enfría, lo que provoca la condensación del vapor de agua en partículas microscópicas.
El proceso de formación de las nubes puede variar dependiendo de las condiciones atmosféricas. Por ejemplo, las nubes cumulonimbus, que son las nubes de tormenta, se forman cuando el aire caliente y húmedo se eleva rápidamente en una corriente ascendente fuerte. Esto puede ocurrir en áreas de baja presión, como en una tormenta eléctrica.
En contraste, las nubes estratos se forman cuando el aire húmedo se eleva suavemente a lo largo de una superficie frontal, como en un día nublado y lluvioso. Estas nubes suelen tener una apariencia plana y extendida, y pueden cubrir grandes áreas del cielo.
Importancia de las nubes
Las nubes desempeñan un papel crucial en nuestro clima y medio ambiente. Por un lado, las nubes ayudan a regular la temperatura de la Tierra al reflejar parte de la radiación solar de regreso al espacio. Esto ayuda a mantener el equilibrio térmico del planeta y evita que se produzca un calentamiento excesivo.
Además, las nubes también juegan un papel importante en el ciclo del agua. Cuando las nubes se forman y se condensan, liberan agua en forma de lluvia, nieve o granizo, lo que proporciona la principal fuente de agua dulce en la Tierra. Esta agua es esencial para la vida en nuestro planeta, ya que se utiliza para el riego de cultivos, el abastecimiento de agua potable y el mantenimiento de los ecosistemas acuáticos.
Las nubes tienen un significado más profundo de lo que parece a simple vista. No solo son indicadores del clima y del tiempo, sino que también desempeñan un papel fundamental en la regulación del clima y el suministro de agua en la Tierra. Por lo tanto, es importante comprender y apreciar la fascinante ciencia detrás de las nubes.
El ciclo de las nubes
Las nubes son fascinantes formaciones en el cielo que capturan nuestra atención y nos dan pistas sobre las condiciones atmosféricas. Para comprender mejor las nubes, es importante conocer las etapas del ciclo de formación de las mismas. Este ciclo consta de tres etapas principales: la formación, el desarrollo y la disipación.
Formación
La formación de las nubes comienza cuando el aire caliente y húmedo se eleva y se enfría. A medida que el aire se enfría, el vapor de agua en él se condensa en pequeñas gotas de agua o cristales de hielo. Estas gotas o cristales se agrupan para formar nubes visibles en el cielo.
La formación de nubes puede ser impulsada por diferentes mecanismos, como la convección, la convergencia o la ascensión forzada por una barrera topográfica. Cada mecanismo tiene sus propias características y puede dar lugar a diferentes tipos de nubes.
Es importante destacar que la formación de nubes no siempre conduce a la precipitación. En ocasiones, las nubes se forman pero no alcanzan el nivel de saturación necesario para que ocurra la precipitación.
Desarrollo
Una vez que se han formado las nubes, pueden experimentar un proceso de desarrollo. Durante esta etapa, las nubes pueden crecer en tamaño y altura a medida que continúa la condensación del vapor de agua en su interior. Esto puede dar lugar a una mayor densidad de nubes y a la formación de diferentes capas en el cielo.
Las nubes también pueden cambiar de forma y textura a medida que se desarrollan. Por ejemplo, las nubes cumulonimbus, asociadas a tormentas, pueden adquirir una forma de yunque característica a medida que crecen verticalmente en la atmósfera.
El desarrollo de las nubes puede ser influenciado por factores como la temperatura, la humedad y la presión atmosférica. Estos factores pueden determinar la altura máxima que alcanzan las nubes y la velocidad a la que se desarrollan.
Disipación
Finalmente, las nubes pueden disiparse cuando las condiciones atmosféricas cambian. Esto puede ocurrir cuando el aire se calienta y se seca, lo que provoca que las gotas de agua o los cristales de hielo en la nube se evaporen. También puede ocurrir cuando el viento dispersa las nubes, llevándolas a áreas donde las condiciones no son favorables para su mantenimiento.
La disipación de las nubes puede ser un proceso gradual o repentino, dependiendo de los factores ambientales. Algunas nubes pueden disiparse lentamente, mientras que otras pueden desaparecer rápidamente en cuestión de minutos.
Es importante destacar que el ciclo de las nubes es un proceso continuo y dinámico. Las nubes se forman, se desarrollan y se disipan constantemente en la atmósfera, influyendo en el clima y en otros fenómenos atmosféricos.
Interacción con otros fenómenos atmosféricos
Relación con la lluvia
Las nubes y la lluvia están estrechamente relacionadas. Las nubes son el resultado de la condensación del vapor de agua en la atmósfera, y la lluvia ocurre cuando las gotas de agua en las nubes se vuelven lo suficientemente grandes como para caer hacia la superficie terrestre.
La lluvia puede formarse a partir de diferentes tipos de nubes, como las nubes estratiformes o las cumulonimbus. Estas nubes pueden contener una gran cantidad de gotas de agua y pueden producir lluvias suaves o intensas, dependiendo de la cantidad de vapor de agua disponible y de otros factores atmosféricos.
La capacidad de una nube para producir lluvia también puede verse afectada por la interacción con otros fenómenos atmosféricos, como los vientos, la temperatura y la presión atmosférica. Estos factores pueden influir en la cantidad de vapor de agua que se condensa en la nube y en la capacidad de la nube para retener y liberar la lluvia.
Efecto en la radiación solar
Las nubes también pueden tener un impacto en la radiación solar que llega a la superficie terrestre. Dependiendo de su espesor y composición, las nubes pueden bloquear parte de la radiación solar o reflejarla de vuelta al espacio.
Las nubes estratiformes, por ejemplo, tienden a ser más gruesas y pueden bloquear una mayor cantidad de radiación solar. Esto puede resultar en una disminución de la temperatura en la superficie terrestre y en una reducción de la cantidad de energía disponible para la fotosíntesis de las plantas.
Por otro lado, las nubes cirriformes, que son más delgadas y están compuestas principalmente por cristales de hielo, tienden a permitir que más radiación solar llegue a la superficie terrestre. Esto puede resultar en un aumento de la temperatura y en un mayor calentamiento del aire en la troposfera.
Impacto en la formación de tormentas
Las nubes también desempeñan un papel importante en la formación de tormentas y otros fenómenos meteorológicos severos. Las nubes cumulonimbus, por ejemplo, son conocidas por su asociación con tormentas eléctricas, fuertes vientos y granizo.
Estas nubes se forman a partir de corrientes ascendentes intensas que transportan grandes cantidades de vapor de agua y partículas de hielo en su interior. A medida que la corriente ascendente se eleva, la nube crece verticalmente y puede desarrollar una forma de yunque característica en la parte superior.
La interacción entre las corrientes ascendentes y descendentes dentro de una nube cumulonimbus puede dar lugar a la formación de tormentas eléctricas y otros fenómenos meteorológicos severos. Estos eventos pueden tener un impacto significativo en el clima local y en el medio ambiente.
Curiosidades sobre las nubes
Nubes raras y poco comunes
Las nubes son un elemento fascinante de la naturaleza y, aunque hay muchos tipos comunes que se pueden observar a diario, también existen nubes raras y poco comunes que son dignas de admirar. Una de ellas es la nube lenticular, que tiene forma de disco y se forma en las montañas debido a la acción del viento. Estas nubes a menudo se confunden con ovnis debido a su forma inusual y su apariencia estacionaria.
Otro tipo de nube poco común es la nube mammatus, que se caracteriza por tener protuberancias en forma de saco que cuelgan debajo de la base de la nube. Estas nubes se forman en condiciones de tormenta y su apariencia única las hace realmente impresionantes de ver. Además, están asociadas con fuertes vientos y granizo, lo que las convierte en un indicio de mal tiempo inminente.
Por último, las nubes noctilucentes son otro ejemplo de nubes raras y poco comunes. Estas nubes se forman en la atmósfera superior, a unos 80 kilómetros de altura, y solo son visibles durante la noche. Son conocidas por su brillo azulado y su apariencia ondulante. Se cree que las nubes noctilucentes están relacionadas con el cambio climático y su aparición ha aumentado en los últimos años.
Fenómenos atmosféricos relacionados con las nubes
Las nubes no solo son interesantes por su apariencia, sino también por los fenómenos atmosféricos que pueden desencadenar. Uno de estos fenómenos es la lluvia ácida, que se produce cuando las nubes contienen altas concentraciones de ácidos como el dióxido de azufre y el dióxido de nitrógeno. Estos ácidos se combinan con el agua de la lluvia y pueden causar daños a los ecosistemas y a los materiales.
Otro fenómeno atmosférico relacionado con las nubes es el granizo. Cuando las nubes de tormenta contienen gotas de agua superenfriadas, estas pueden congelarse rápidamente al entrar en contacto con partículas de polvo o hielo. Esto da como resultado la formación de granizo, que puede caer del cielo en forma de bolas de hielo de diferentes tamaños. El granizo puede ser destructivo, causando daños a los cultivos y a las propiedades.
Además, las nubes también pueden estar asociadas con fenómenos como los arcoíris y los halos solares. Los arcoíris se forman cuando la luz del sol se refracta y se refleja en las gotas de agua presentes en la atmósfera, creando un espectro de colores. Los halos solares, por otro lado, se producen cuando la luz del sol se refracta en cristales de hielo presentes en las nubes, creando un anillo de luz alrededor del sol.
Impacto cultural y artístico de las nubes
Las nubes han tenido un impacto significativo en la cultura y el arte a lo largo de la historia. Desde las pinturas de paisajes con nubes en la época del Renacimiento hasta las fotografías de nubes impresionantes en la era moderna, las nubes han sido fuente de inspiración para artistas de todas las disciplinas.
Además, las nubes también han sido objeto de estudio en la literatura y la poesía. Muchos escritores y poetas han utilizado las nubes como metáforas para expresar emociones y estados de ánimo. Por ejemplo, en la obra "Las nubes" de Aristófanes, las nubes representan la irracionalidad y la ignorancia.
En la cultura popular, las nubes también han sido utilizadas como símbolos en películas, canciones y obras de teatro. Por ejemplo, en la película "El Rey León", las nubes son utilizadas para representar la presencia del espíritu del padre del protagonista. Estos ejemplos demuestran cómo las nubes han dejado su huella en diferentes formas de expresión artística y cultural a lo largo de los años.
Preguntas frecuentes
1. ¿Qué son las nubes?
Las nubes son acumulaciones visibles de pequeñas gotas de agua o cristales de hielo suspendidos en la atmósfera.
2. ¿Cómo se forman las nubes?
Las nubes se forman cuando el aire caliente y húmedo se enfría y el vapor de agua se condensa alrededor de partículas en suspensión, como polvo o aerosoles.
3. ¿Cuáles son los diferentes tipos de nubes?
Los principales tipos de nubes son cumulus, stratus, cirrus y nimbus. Cada uno tiene características distintivas en cuanto a su forma, altura y apariencia.
4. ¿Qué significado tienen las nubes en el pronóstico del tiempo?
Las nubes pueden indicar diferentes condiciones atmosféricas. Por ejemplo, las nubes altas y delgadas (cirrus) pueden ser un indicio de buen tiempo, mientras que las nubes oscuras y densas (nimbus) pueden ser señal de lluvia o tormentas.
5. ¿Qué papel juegan las nubes en el ciclo del agua?
Las nubes son un elemento clave en el ciclo del agua. Cuando las gotas de agua en las nubes se vuelven lo suficientemente grandes, caen a la Tierra en forma de precipitación, como lluvia o nieve, recargando así los cuerpos de agua y manteniendo el ciclo en movimiento.
Conclusion
Las nubes son un fenómeno fascinante que nos rodea en nuestro día a día. Hemos explorado los diferentes tipos de nubes, desde las altas y etéreas cirros hasta las densas y amenazantes cumulonimbus. También hemos comprendido cómo se forman, a través de la condensación del vapor de agua en la atmósfera. Además, hemos descubierto que las nubes tienen un significado simbólico en diferentes culturas y pueden influir en nuestro estado de ánimo y en el clima.
Es importante seguir investigando y aprendiendo sobre las nubes, ya que nos brindan información valiosa sobre el estado de la atmósfera y nos permiten comprender mejor los fenómenos meteorológicos. Además, al comprender la formación y el significado de las nubes, podemos apreciar aún más la belleza y la complejidad de la naturaleza que nos rodea.
Te invito a seguir explorando el fascinante mundo de las nubes y a compartir tus conocimientos con otros. Observa el cielo, identifica los diferentes tipos de nubes y reflexiona sobre su significado. ¡Juntos podemos seguir maravillándonos con la ciencia detrás de las nubes!
¡Conviértete en un experto sobre las nubes y deja volar tu imaginación!
Querido lector,
En Lexico Cientifico te damos las gracias por ser parte de nuestra comunidad y por tu continua pasión por el conocimiento científico. Tú eres la razón por la que nos esforzamos cada día para ofrecerte contenido de calidad e interesante.
Te invitamos a compartir este artículo en tus redes sociales y ser un embajador de la ciencia. Queremos que más personas descubran el fascinante mundo de las nubes y se emocionen tanto como nosotros al aprender sobre su formación, tipos y significado.
Además, te animamos a explorar más contenido en nuestra página web. Tenemos una amplia variedad de temas científicos fascinantes que te harán descubrir el mundo de una manera completamente nueva.
Tus comentarios y sugerencias son muy importantes para nosotros. Nos ayudan a mejorar continuamente nuestro contenido y asegurarnos de que estamos cubriendo tus necesidades e intereses. Así que, por favor, no dudes en escribirnos y compartir tus pensamientos con nosotros.
¡Sigue participando activamente en nuestra comunidad y ayudándonos a difundir el apasionante mundo de la ciencia!
Si quieres conocer otros artículos parecidos a La fascinante ciencia detrás de las nubes: Tipos, formación y significado puedes visitar la categoría Ciencias de la Tierra.
Deja una respuesta
Articulos relacionados: